sábado, diciembre 29, 2007

El otro lado del río

Las hojas del tiempo pasan como quien lee apurado, como cuando se ojea un libro en una biblioteca, como quien hace un primer vistazo de las noticias más importantes de un diario.
Ayer, antes de ayer, y un poco antes, se sucedieron algunas páginas importantes cuya trama no desenlaza todavía o bien, aún repercute en la semántica de los renglones actuales. En la esencia de las palabras divagantes que vuelan en círculos por las frases que ahora digo.
De a poco y de a mucho los caminantes van entendiendo el camino que se crea con sus pasos. Los nadadores van volviéndose uno con el agua. Los voladores van superando las corrientes de aire.
Hoy, de entre tanto caminar, de entre tanto volar, me siento nadando. Y siento que de a poquito se va dilucidando, como la sencilla pero extraordinaria consecuencia del repetido intento, el otro lado del río.