sábado, abril 15, 2006

Cuando quiso ser invierno

Una noche de primavera o de verano, o simplemente secuestrada de alguna estación cálida, me cruzó con su mirada. Una playa no tan lejana prometía un mar sin luna pero poco importaba porque había visto una estrella fugaz.
Ahora que ya no es esa noche y que el otoño invade un poco de su vida, queriendo hacerse invierno, siento su frío y me da miedo. Pero después, queriendo ser verano y recordando un poco de su calor, no puedo evitar entenderla (o querer hacerlo).
Está bien. Quizás hoy llueva. Llueve. Y no es de esas lluvias que le hacen feliz sino de las otras, que duelen las gotas al caer al corazón. Que duelen las gotas al salir de él.
Ojalá fuera el curandero de su tribu y bailara para hacer que la cosecha sea fructífera, que la lluvia llueva contenta, que su estación cambie otra vez.
En fin poco puedo hacer, menos aún si se le olvida que me importa. Menos aún si no era tan así como pensaba o no fui lo que pensé que era. Pero igual. La quiero en todas sus estaciones, y si necesita un paraguas,
tengo.

1 comentario:

AGP dijo...

A mi me gusta el verano! nose si viene al caso pero lo digo!

El frio me da mas fiaca de lo normal, y como soy una chica con muuucha fiaca...ijijij!!! xD

Saludos!